En Puerto Ordaz lo señalaron como contrabandista, en Boa Vista como blanqueador de capitales y en La Romana como el hombre fuerte detrás de una red de aviones que transportaban minerales clandestinos. Las aventuras de Roberto Espejo son legendarias desde los tiempos del exgobernador de Bolívar, Francisco Rangel Gómez, y el rastro elusivo de sus negocios ayudan a armar el mapa del tráfico de oro proveniente de la biodiversa Amazonía venezolana.

A estação de serviço, administrada por Marco Flores Moreno, está em um ponto estratégico: a fronteira entre a Venezuela e o Brasil. | Crédito: ARMANDO.INFO – Correo del Caroní

El prófugo que buscaban en República Dominicana y Venezuela terminó preso en Brasil. A Roberto Espejo lo detuvieron en este país en los últimos días de 2019, acusado de formar parte de una red de tráfico de oro. Pero su captura permitió a la vez añadir algunas piezas hasta entonces faltantes de un acertijo todavía sin resolver en el Caribe.

El hallazgo de una caja con más de 1,3 millones de dólares en efectivo sorprendió la tarde del 25 de junio de 2019 a las autoridades del Aeropuerto Internacional de La Romana, en República Dominicana, tras registrar la avioneta de matrícula venezolana YV2887, que estaba a punto de partir con destino a la ciudad de Barcelona, capital del estado Anzoátegui, oriente de Venezuela.

Los reportes de las autoridades dominicanas atribuyeron el botín a una mafia de tráfico de oro que, entre otros, involucraba a Roberto Espejo, nacido en Venezuela pero también con nacionalidad dominicana. El fiscal general de Venezuela, nombrado por la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente de 2017, Tarek William Saab, reiteró la información un mes después, y volvió a mencionar al mismo Roberto Espejo, pero esta vez como cabecilla de la maniobra.

A Espejo lo detuvieron en Brasil en diciembre de ese mismo año pero no por el caso dominicano, sino como consecuencia de la llamada Operación Hespérides, por la que los cuerpos de seguridad brasileños destaparon un modus operandi complejo que sacó al menos 1,2 toneladas de oro de las minas ilegales del Arco Minero del Orinoco en Venezuela a través de empresas brasileñas. Una de las más señaladas por la investigación, la firma MC Produtos da Extração Mineral, legalizaba el oro como chatarra y joyas usadas para luego depositar parte del botín en cuentas de supermercados y distribuidoras de alimentos de Pacaraima y Boa Vista, en el fronterizo estado de Roraima, que, a su vez, a manera de pago del oro, despachaban gandolas repletas de comida al sur de Venezuela, país que entonces enfrentaba lo más álgido de una crisis socioeconómica y humanitaria.

El nombre de Espejo fue apenas mencionado unas cuantas veces entre los más de 80 individuos involucrados en la Operación Hespérides. Pero ello no impide percatarse de que se trata de un personaje singular. El expediente del caso deja ver que este sujeto, solicitado simultáneamente en República Dominicana por mover avionetas con millones de dólares sin declarar y en efectivo, es quien estaba detrás de al menos una de las empresas brasileñas que, entre 2017 y 2019, blanquearon oro, ocultaron bienes y encubrieron transacciones con cargamentos de comida.

“En el transcurso de las investigaciones, se reveló que el prófugo de la justicia en Venezuela y República Dominicana esconde en Brasil parte de sus bienes obtenidos a través del contrabando de oro”, cita un informe firmado el 8 de noviembre de 2019 por el oficial Vinicius Venturini, entonces a cargo de la delegación de la Policía Federal de Brasil en la población fronteriza de Pacaraima.

JOSEPH POLISZUK • MARÍA RAMÍREZ CABELLO 

TEXTO NA ÍNTEGRA DISPONÍVEL EM: CORREO DEL CARONÍ

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