El 14 de julio de este año, el Panel Científico por el Amazonas (SPA, por sus siglas en inglés) presentó un informe de 33 capítulos sobre la Amazonía: desde su geología de muchos años de historia, pasando por la evolución de su biodiversidad, hasta el estado de las políticas de conservación de las áreas protegidas y los Territorios Indígenas. Es un documento científico de incidencia que busca llevar esa información a jefes de Estado y tomadores de decisiones para construir en conjunto un futuro viable en la región.
Gaia Amazonas tuvo una participación activa en la autoría de algunos apartes del informe. En uno de sus capítulos, habló sobre las iniciativas de conectividad con inclusión de los Territorios Indígenas y las Áreas Protegidas. En otro, sobre la importancia de la gobernanza indígena para la conservación de los territorios y en uno más, sobre la gestión territorial basada en el conocimiento indígena como modelo de conservación.
El informe entero es un compilado de datos útiles, un estado del arte actualizado, y a la vez, es un documento que traza una serie de alarmas y de recomendaciones basadas en criterios objetivos que, ojalá, sean atendidas por los gobernantes del mundo. Salvar la Amazonía es un deber que se justifica en motivos culturales, ambientales y humanos.
Los expertos que participaron en el lanzamiento del informe generaron conclusiones que resaltan tres aspectos.
La Amazonía como un territorio ocupado por 40 millones de personas y, especialmente, como una región del planeta que alberga una diversidad significativa de pueblos indígenas, cuyos sistemas culturales deben respetarse, protegerse y abordarse como legítimos, ya que han probado ser la manera más efectiva de preservar de forma armónica el entorno en el que habitan.
La Amazonía como elemento central para la solución a los problemas que enfrenta la humanidad, pues contribuye en el mantenimiento de los sistemas planetarios que soportan la vida.
La Amazonía como fuente de soluciones para los problemas urbanos: un lugar para crear ciudades sostenibles aprovechando el conocimiento acumulado de sus habitantes, con visiones innovadoras de planificación y diseño para infraestructura, y para matizar la visión de que la riqueza biológica y cultural de la región deben aprovecharse a cualquier costo.
Este conjunto de oportunidades para construir soluciones se deriva, por supuesto, de la preocupación que existe de enfrentar los problemas que hay hoy: más de 8.000 plantas endémicas y 2.300 animales están en alto riesgo de extinción; la vegetación y el suelo amazónico albergan cerca de 200.000 millones de toneladas de carbono al año, cinco veces más del total mundial de emisiones que, de ser liberadas debido a la deforestación, emitirían más carbono a la atmósfera, acelerando el proceso de calentamiento global; la deforestación es un problema creciente (Brasil tuvo en 2020 su punto más alto en 12 años, mientras que Colombia aumentó en un 8% respecto al 2019).
Mercedes Bustamante, investigadora de la Universidad de Brasilia, señaló en el informe que la humanidad afrontará en un futuro cercano una serie de circunstancias catastróficas que son potencialmente irreversibles y que en la Amazonía podríamos encontrar una ventana de oportunidad para darles alivio a esas crisis, debido a su importante papel en la regulación de los sistemas naturales planetarios.
En el evento de lanzamiento, que incluyó a miembros del panel, líderes políticos, activistas ambientales, entre otros, uno de sus líderes, Jeffrey Sachs, habló de la urgencia de presentar este informe ante el Secretario General de la ONU, todos los jefes de Estado e incluso al Papa Francisco.
Por su parte, el expresidente colombiano Juan Manuel Santos aseguró que en esta región del mundo existe una falta de voluntad política muy grande para afrontar los retos y asumir los cambios necesarios para protegerla. Se refirió a tres cosas puntualmente: el informe, dijo, no solo debería ser entregado de manera urgente a jefes de Estado, sino a todos los políticos nacionales y locales, de índole legislativo y administrativo. Aseguró que la meta global del 30% de conservación de diversidad biológica que se encuentra en negociación actualmente es insuficiente si se asume regionalmente para responder a las necesidades de protección de la Amazonía. Y habló de la importancia de la conectividad ecológica y sociocultural de las regiones Amazonas-Andes-Atlántico, visión que viene promoviendo Gaia Amazonas desde el 2015.
El informe es un insumo científico de gran rigurosidad para que los gobernantes del mundo entero comprendan la relevancia de esta región para el bienestar de la vida en la tierra, y reconozcan cuáles son las líneas rojas y cómo se pueden trazar acciones conjuntas en el corto y mediano plazo que redunden en un futuro mejor para la humanidad mediante la protección de la Amazonía.
PUBLICADO POR: GAIA AMAZONAS
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