Dentro de la Amazonía venezolana, el Parque Nacional Canaima, patrimonio de la humanidad declarado por UNESCO, es el área protegida con más incendios en los últimos veinte años. Una isla de sabanas dentro del bosque tropical más extenso del mundo ayuda a explicar por qué hay tanto fuego.
El Parque Nacional Canaima es el área protegida en la Amazonía y en la Guayana venezolana con más focos de calor. Tiene el mayor número de incendios detectados por los sensores satelitales VIIRS y MODIS, y la mayor densidad de focos.
Canaima, al sureste de Venezuela en la frontera con el territorio en reclamación de Guyana y Brasil, protege la cascada más alta del mundo, el Kerepakupai Vená en lengua Pemon, conocido como Salto Ángel; más de 2.000 especies de flora y fauna; y a los tepuyes, formaciones geológicas de unos 2.000 millones de años, entre las más antiguas del planeta. El territorio, cubierto en gran parte por los bosques tropicales de la Amazonía, también contiene gran parte de la cuenca del río Caroní, la fuente principal de energía hidroeléctrica en Venezuela. Canaima fue declarado patrimonio de la humanidad por UNESCO en 1994 y está ubicado sobre el Escudo Guayanés.
Una “isla” dentro del parque nacional explica la cantidad de fuego. En el sector oriental hay un parche de sabanas, comúnmente llamado La Gran Sabana, que se abre espacio entre las selvas densas y húmedas de la Amazonía. Es una anomalía controversial. El clima en los bosques de Canaima es muy similar al de estas sabanas. Los suelos también. No se sabe con certeza por qué existen estas sabanas en el medio de este bosque tropical. Se necesitan más estudios, pero algunos sugieren que la Gran Sabana fue forjada por la interacción entre el clima y el uso de fuego por humanos.
ÍNTEGRA DISPONÍVEL EM: CORREO DEL CARONÍ
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