Los pueblos indígenas amazónicos, la sociedad civil de la Panamazonía y del mundo, la Iglesia Católica y todas las denominaciones religiosas preocupadas por el cuidado de la Creación, los gobiernos, las instituciones internacionales de derechos humanos, la comunidad científica, los artistas y todas las personas de buena voluntad, para juntar esfuerzos en defensa de la “Amazonía querida, con todo su esplendor, su drama y su misterio” (QA 1).
La PanAmazonia está en emergencia.
Esta cuenca que integra a 9 países alrededor de río Amazonas y sus afluentes tiene 33 millones de habitantes, de los cuales alrededor de 3 millones son miembros de pueblos indígenas originarios, cerca de 400 pueblos distintos y más de 120 pueblos en aislamiento voluntario o contacto inicial.
En este momento las cifras de la Pan Amazonía son profundamente dramáticas, tenemos un recuento desde los datos de la Repam y nuestros mapeos diarios que al día sábado 16 de mayo habían cerca de 70.000 contagiados, según cifras oficiales y más de 4000 fallecidos, evidentemente, y esto es lo que más preocupa, estos datos no necesariamente reflejan la realidad. Hay un sub registro evidente sobre todo en casos como Brasil o al parecer una negación de realidad como en Venezuela, en otros sitios es difícil confirmar los datos, porque no hay manera de llegar a los sitios donde están algunas de estas comunidades para hacer las pruebas respectivas. Es una situación de emergencia que preocupa enormemente.
En este sentido el impacto de esta pandemia a los pueblos originarios también mapeados por un mapa especial de la Repam, agradeciendo el apoyo del equipo de mapeo y comunicación, nos muestra la información de alrededor de 500 a 550 casos con alrededor de 120 miembros de pueblos originarios fallecidos, acercándose a 40 pueblos que han sido afectados. Este trabajo lo estamos haciendo con la.Coica – Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica- como ejercicio de trabajo conjunto a partir del sínodo que nos invita permanecer aliados y a defender los territorios y la vida, con las comunidades indígenas, con los pueblos y este es el resultado de la perspectiva de caminar juntos. Aunque las cifras son difíciles de confirmar, los pueblos indígenas tienen una tasa de mortandad mucho más alta que el resto del mundo y la región, y esto porque tienen una corta memoria inmunológica, porque tienen mucho menos acceso a sistemas de salud e higiene y están abandonados de tantas maneras por los estados.
Es por esto que la REPAM se posiciona frente a esta situación, este comunicado que es firmado por el comité directivo, elaborado gracias al comité de crisis, a las asesores de la secretaría, al equipo editorial de comunicadores, pero sobre todo a la información que llega cotidianamente de esta iglesia comprometida que se está jugando la vida, que acompaña situaciones particulares y que refleja los que ya han sido presentados en cada país. Sea por las Repam Nacionales sea por las organizaciones de pueblos originarios con la iglesia local o por las conferencias episcopales.
Han habido comunicados proféticos y firmes de denuncia de parte de las iglesias amazónicas, en Brasil, Colombia, Perú, Bolivia, Venezuela, Ecuador todo esto refleja una posición clara de la iglesia a la luz del.compromiso del sínodo amazónico pero a la luz de un compromiso de décadas ante una crisis de magnitudes nunca antes vistas.
Estamos viendo situaciones especialmente dramáticas como en Manaus, que se va tornando foco central de la.pandemia en la panamazonia, donde las actitudes cuasi criminales de los representantes de gobierno están fomentando de alguna manera que las personas no sigan las recomendaciones de los organismos de salud internacionales, de organizamos de DDHH y están poniendo a las comunidades en mayor vulnerabilidad.
Hay un descontrol en los accesos a territorios indígenas, y sobretodo la extracción de los recursos naturales, la invasión, incluso la violencia a muchos líderes no ha parado. No hay cuarentena para todo esto, estamos viendo intensificación, incendios en Brasil y Bolivia, violencia contra líderes, también indígenas en Brasil y Colombia, no solo en la Amazonía. Con la CIDH se están haciendo foros, espacios para que se escuche la voz de los propios pueblos, pero es insuficiente.
En Ecuador se están llevando a juicio a las autoridades que no han cumplido con las responsabilidades ante la ruptura del oleoducto de petróleo que ha causado la vulneración de derechos, la falta acceso a alimentos y agua segura para más de 100.000 familias.
Casos donde no hay atención necesaria, focos de contagio, proporción más alta en la Amazonía en Leticia en Colombia, en la triple frontera con Brasil y Perú sin ningún tipo de acceso a los recursos de salud necesarios, y se ha tomado una decisión de militalizar cuando lo que se necesita es una atención directa a la situación de la población.
O en Iquitos, Perú que si bien el gobierno ha tomado medidas a nivel nacional la situación en estos lugares es muy complicada las familias no pueden parar el trabajo que les da el sustento diario, las condiciones de clima, la situación de falta de acceso al agua segura, hace que sea muy difícil que se cumpla con estas medidas, en Loreto se está entrando en contagio comunitario y fase de epidemia, esto se repite en varios lugares pero estos focos son preocupantes.
Brasil el número que van creciendo por la inacción, la complicidad de las autoridades, que además aprovechan la situación impulsando leyes que favorecen incluso con más fuerza tomar territorios que estaban en fase de titulación.
En Colombia se quiso activar modelo de consulta previa virtual donde no existe acceso, para favorecer el extractivismo, favoreciendo a los grupos de poder. En Venezuela en el arco minero aumenta la violencia, aumenta la vulnerabilidad, la minería ilegal, el gobierno esta planteando esto como una salida rápida a la crisis, poniendo en aun mayor vulnerabilidad a pueblos y comunidades.
La Repam y la iglesia fieles al llamado del proceso sinodal y de la exhortación del Papa Francisco, se siente llamada a defender la vida, los territorios, defender los derechos junto con los pueblos indígenas en su cultura, su diversidad. Y sueña con una Amazonia que sea canto de vida, que sea misterio, pero también atendiendo tantos gritos de los pobres y de la hermana Madre Tierra.
Agradecemos su apoyo para la difusión y reciban un saludo de parte de todos quienes hacemos la REPAM. Del cardenal Hummes, Presidente, cardenal Barreto Vicepresidente, y del comité de crisis, sobre todo al p. Dario, al equipo de comunicación y a toda la secretaría ejecutiva y a las Repam Nacionales.
Estamos juntos y estaremos respondiendo con valentía y firmeza en nuestra profunda fragilidad con indignación esperanzada.
Mauricio López O. – Secretario Ejecutivo
COMUNICADO:
La REPAM llama a una acción urgente y unificada para evitar una tragedia humanitaria y ambiental
Colapso estructural en la Amazonía
Una tremenda fuerza, de proporciones nunca antes vistas, está devastando la Amazonía en dos dimensiones que se combinan de forma brutal: la pandemia de Covid-19 que alcanza a los más vulnerables, y el aumento descontrolado de la violencia sobre los territorios. El dolor y el grito de los pueblos y el de la tierra, se funden en un mismo clamor.
“Los pueblos indígenas pidieron que la Iglesia fuera un aliado, una Iglesia que estuviera con ellos, una Iglesia que apoyara lo que deciden, lo que quieren y cómo pretenden construir su futuro en este momento tan difícil de la pandemia»(Card. Dom Claudio Hummes).
En los diferentes países de la Panamazonía la Iglesia se está haciendo eco de los llamados y pedidos de auxilio, en un contexto que amenaza la supervivencia de este bioma y de comunidades y pueblos indígenas.
En Bolívia[1], los pueblos indígenas denuncian al gobierno por la falta de coordinación y consulta para prevenir y combatir la pandemia; también enfatizan que toda la información no se divulga en los idiomas originales reconocidos por la Constitución.
En Colombia[2], Los obispos reconocen los esfuerzos del gobierno, pero enfatizan que “los pueblos indígenas, los campesinos y los afrodescendientes son los grupos en mayor riesgo, porque ya se encontraban en una situación de pobreza estructural, en condiciones de inseguridad alimentaria y desnutrición, sin acceso a la salud y al agua potable».
La inseguridad alimentaria de los pueblos indígenas es una preocupación también en Venezuela[3], donde estos pueblos se sienten amenazados por el posible contagio a causa de las actividades de minería ilegal en sus territorios y el tránsito de los migrantes venezolanos y gente ajena a sus territorios que cruzan sus tierras para que regresar a sus países de origen. Los pueblos indígenas están tomando medidas de aislamiento y manejo y control territorial, tales como la ampliación de sus cultivos dentro de sus territorios y comunidades, para garantizar su soberanía alimentaria.
En Brasil, 32 procuradores del Ministerio Público Federal[4] declaran que «el escenario de riesgo de genocidio entre los pueblos indígenas requiere acciones de emergencia por parte de organismos y entidades públicas». La Movilización Nacional Indígena establece que existe «una intención evidente del gobierno de evitar que el Subsistema Indígena de Atención Médica funcione”[5].
En Perú, existe preocupación por la situación de varios pueblos amazónicos, incluidos muchos pueblos indígenas, que han emigrado a las ciudades en busca de trabajo y están totalmente desprotegidos. Los obispos de la Amazonía peruana[6] instan a las autoridades a apoyar su regreso a las comunidades y garantizar que esto se lleve a cabo de conformidad con los protocolos establecidos por el Ministerio de Salud.
La Alianza de Parlamentarios Indígenas de América Latina solicita a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que recomiende a los países de la región la priorización de medidas específicas para garantizar la protección de la vida de los pueblos indígenas frente a la grave pandemia mundial.
La Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) solicita contribuciones a un Fondo de Emergencia para la Amazonía, para proteger a los 3 millones de habitantes de la selva tropical que son vulnerables al nuevo coronavirus.
La Iglesia Católica, por su parte, ha realizado esfuerzos máximos, particularmente a través de las Cáritas de cada región, para contribuir con recursos materiales y económicos, así como también con el apoyo social y espiritual.
El virus de la violencia y saqueo de la Amazonía.
Además del mencionado ataque devastador a la Amazonía, otro virus continúa amenazando a las personas y al bosque; El Frente Parlamentario Mixto por los Derechos de los Pueblos Indígenas en Brasil denuncia: “incluso cuando la pandemia está frenando la economía; la minería y la deforestación ilegal en tierras indígenas de la región siguen en pleno apogeo”[7].
En Ecuador[8], la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) denuncia la ruptura del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) y del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), ocurrido el día 7 de abril de 2020, que provocó un grave derrame de petróleo y afectó aproximadamente 97.000 personas que viven en la rivera de los ríos Coca y Napo.
Los 67 obispos de la Amazonía en Brasil asocian la actual crisis socioambiental en este bioma con la notable reducción de las inspecciones y el continuo discurso político del gobierno federal contra la protección ambiental y las áreas indígenas protegidas por la Constitución Federal. Podemos ver «una inmensa tragedia humanitaria causada por un colapso estructural”[9].
Los obispos denuncian en particular los proyectos de ley para la minería en tierras indígenas y las medidas parlamentarias que intentan definir una nueva regularización de la tierra en Brasil, las cuales eliminan la reforma agraria, la regularización de los territorios de los pueblos indígenas y tradicionales, para favorecer el acaparamiento de tierras, la deforestación y a las empresas depredadoras, regularizando ocupaciones ilegales para la minería y el agronegocio en tierras indígenas.
La minería preocupa también al Policy Forum de Guyana, que denuncia las actividades extractivas que destruyen la selva, y también a la circulación de mineros con industria pesada, siendo un peligro de contagio para las comunidades del interior del país. La extracción de oro fue declarada como actividad esencial por el gobierno por causa de la recesión provocada por el Covid-19 y el aumento mundial del precio de este metal.
Al comentar sobre el preocupante aumento de la violencia en el campo, la Comisión Pastoral de la Tierra Pastoral (CPT)[10] afirma que en 2019, la gran mayoría de los asesinatos debido a conflictos rurales en Brasil (84%) tuvieron lugar en la Amazonía.
Por estas denuncias, en varios contextos en la Panamazonia, la Iglesia ha sido calumniada y atacada, como sucedió recientemente con las vergonzosas e infundadas acusaciones, que repudiamos, de la Fundación Nacional del Indio (FUNAI – Órgano del Gobierno Federal brasileño) contra el Consejo Indigenista Misionero (CIMI)[11].
Acción global en defensa de la Amazonía.
El cuidado de las personas y el cuidado de los ecosistemas son inseparables.
La sabiduría de los pueblos nativos de la Amazonía «inspira el cuidado y respeto por la creación, con una clara conciencia de sus límites, prohibiendo su abuso. Abusar de la naturaleza significa abusar de antepasados, hermanos y hermanas, la creación y el Creador, hipotecando el futuro ». Los indígenas, “cuando se quedan en sus territorios, son los que mejor los cuidan » Querida Amazonía, n. 42
Estamos en un momento decisivo para la Amazonía y para el mundo, un momento de gestación de nuevas relaciones inspiradas en la ecología integral, o de la pérdida de los sueños del Sínodo, si el miedo, los intereses, y la presión de los poseedores de los grandes capitales imponen cada vez más fuerte el modelo de una «economía que mata» (EG 53).
El Papa Francisco hace un llamado urgente a la solidaridad planetaria: “Este no es el momento para la indiferencia (…), el egoísmo (…), la división (…), el olvido. Que la crisis que enfrentamos no nos haga dejar de lado tantas otras situaciones de emergencia que traen consigo el sufrimiento de muchas personas[12].
José Gregorio Díaz Mirabal, miembro del pueblo Wakuenai Kurripako, originario de la Amazonía venezolana y coordinador general de COICA, aliado cercano de la REPAM, resume: «Es un llamado de los pueblos indígenas de la Amazonía, porque nos están ignorando”.
La REPAM llama a una acción unitaria. Los pueblos indígenas amazónicos, la sociedad civil de la Panamazonía y del mundo, la Iglesia Católica y todas las denominaciones religiosas preocupadas por el cuidado de la Creación, los gobiernos, las instituciones internacionales de derechos humanos, la comunidad científica, los artistas y todas las personas de buena voluntad, para juntar esfuerzos en defensa de la “Amazonía querida, con todo su esplendor, su drama y su misterio” (QA 1).
Card. Claudio Hummes, OFM, Presidente
Card. Pedro Barreto Jimeno, SJ, Vicepresidente
Mauricio López O., Secretario Ejecutivo
Comité Directivo – Red Eclesial Panamazónica (REPAM)
Lee:
[1] Pronunciamiento de los pueblos indígenas de las tierras bajas de Bolivia frente a la emergencia sanitaria por el Covid-19, 28.04.2020
[2] Comunicado de los obispos de la Amazonía y Orinoquia colombiana – A las autoridades y a toda la ciudadanía de Colombia
[3] Minerva Vitti – Centro Gumilla y Repam Venezuela
[4] Covid-19: MPF recomienda açciones urgentes de protección a la salud de los pueblos indígenas, disponible en: http://www.mpf.mp.br/df/sala-de-imprensa/noticias-df/covid-19-2013-mpf-recomenda-acoes-emergenciais-de-protecao-a-saude-dos-povos-indigenas.
[5] https://cimi.org.br/2020/04/nota-mobilizacao-nacional-indigena-exige-medidas-urgentes-em-defesa-da-saude-e-da-vida-dos-povos-originarios-do-brasil/
[6] Comunicado de los obispos de los Vicariatos Apostólicos de la Amazonía peruana – A las autoridades y a toda la ciudadanía del Peru, 22 de abril de 2020
[7] Carta abierta del Frente Parlamentario Mixto en defensa de los derechos de los pueblos indígenas al Diretor General de la Organización Mundial de la Salud, 05 de mayo de 2020.
[8] https://redamazonica.org/2020/04/repam-ecuador-derramamiento-de-petroleo-en-la-amazonia/
[9] Nota de los obispos de la Amazonía brasileira sobre la situación de los pueblos y de la selva en tiempos de pandemia covid-19.
[10] https://www.cptnacional.org.br/publicacoes-2/destaque/5167-conflitos-no-campo-brasil-2019
[11] http://www.funai.gov.br/index.php/comunicacao/noticias/6079-osfatos
[12] Mensaje Urbi et Orbi, 12 de abril de 2020
PUBLICADO EM; REDAMAZONICA REPAM