El Corredor Triple A es una iniciativa macro–regional que ofrece una visión a futuro, la cual busca restablecer y mantener la conectividad entre los ecosistemas Andes–Amazonas–Atlántico, con el fin de garantizar la biodiversidad y los servicios ecosistémicos en la cuenca Amazónica, y proponer soluciones innovadoras al cambio climático. La iniciativa está conformada por un complejo de mosaicos ecológico-‐culturales tejidos a través de campos de acción locales, regionales, nacionales e internacionales.
Esta iniciativa se construye a partir de los esfuerzo realizados por los diferentes países de la región al norte del río Amazonas que propenden por la conectividad ecológica y los procesos sociales. Muchos de estos esfuerzos han sido llevados a cabo durante tres décadas, y al articularse pueden significar una contribución importante para la estabilidad climática y la resiliencia del planeta. Esta es una oportunidad para consolidar procesos ecológicos, sociales y económicos, y abordarlos en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y promover la cooperación transfronteriza en la región. Construye a partir de la relación entre áreas protegidas, títulos colectivos, centros urbanos e iniciativas productivas, cuestionando el paradigma basado en la dicotomía entre naturaleza y sociedad.
El Corredor Triple A ofrece un marco que promueve mayor colaboración entre pueblos indígenas, comunidades locales, sectores productivos, sociedad civil y gobiernos, invitando a repensar la manera en que participamos en el sistema natural. Una aproximación abierta e incluyente hacia la conectividad de los ecosistemas y los servicios ambientales busca motivar a diferentes sectores a considerar la importancia de estos para el bienestar del planeta.
VISIÓN
Al 2030, el norte de la Amazonía que abarca 260 millones de hectáreas, continúa brindando servicios ecosistémicos que contribuyen al bienestar sostenible de sus comunidades locales, de la población regional y mundial, así como a la resiliencia del planeta, articulando procesos socio-‐ ambientales y económicos que valorizan la diversidad cultural y biológica con base en la cooperación transfronteriza de los países de la región.
MISIÓN
Promover la articulación entre los pueblos indígenas, poblaciones locales, sectores productivos, institutos académicos y de investigación científica, organizaciones de la sociedad civil y gobiernos, para mantener y recuperar la conectividad de los ecosistemas y asegurar la resiliencia del sistema natural que nos sostiene.
Objetivo General
Mantener la conectividad entre los ecosistemas Andes–Amazonía–Atlántico a través de la articulación entre actores gubernamentales y de la sociedad civil en la región al norte del río Amazonas.
CONTEXTO GEOGRÁFICO
Esta iniciativa propone consolidar el resultado de tres décadas de trabajo continuo en la región, llevado a cabo por organizaciones y gobiernos, quienes han formulado, diseñado e implementado una serie de proyectos, políticas y modelos de conservación para velar por la integridad de esta región, como la declaración de áreas protegidas y territorios indígenas. Estas acciones se han adelantado de manera independiente por los diferentes países, quienes a su vez han ratifcado una serie de acuerdos binacionales e internacionales. Hoy es posible articular estos procesos para consolidar una visión hacia futuro que de respuestas tanto a las necesidades locales como a la urgencia planetaria de buscar alternativas contundentes ante el cambio climático.
Estas áreas protegidas y territorios indígenas conforman hoy un continuo de conservación de diversidad biológica y cultural (ver mapa 1), que conecta los ecosistemas Andinos con la Amazonía y el Océano Atlántico.
Más allá de este eje de áreas protegidas y territorios indígenas, en la región al norte del río Amazonas hay zonas bajo figuras menos estrictas como reservas forestales, las cuales están incluidas en Corredor Triple A como potenciales áreas para la implementación de iniciativas de desarrollo sostenible. Al tomar la región al norte del río Amazonas, el gran mosaico completo abarcaría unas 260 millones de hectáreas, y estaría constituido por ocho bloques principales: i) la Amazonía colombiana en su totalidad, ii) el estado de Amazonas en Venezuela, iii) la región al norte del río Amazonas en Brasil (Estados de Amazonas, Roraima y Amapá), iv) la región del Amazonas ecuatoriano en su totalidad, v) la región al norte del río Marañón en Perú, vi) la región del Amazonas en Guyana, vii) la región del Amazonas en Suriname, y viii) la región del Amazonas en la Guyana Francesa.
METODOLOGÍA
El Corredor Triple A busca dinamizar una visión integral articulando todas las dimensiones políticas, sociales, económicas y culturales de forma participativa e inclusiva. Los países de la región comparten marcos legales y compromisos nacionales e internacionales para la conservación, el desarrollo sostenible, los derechos humanos y el cambio climático. Existen raticaciones compartidas de convenios internacionales relacionadas con el medio ambiente y las comunidades indígenas tales como el Convenio de Diversidad Biológica, Convenio 169 de la OIT y los Acuerdos de Río, entre otros.
Estos países también han firmado una serie de acuerdos internacionales y binacionales de cooperación para el medio ambiente y el manejo social y económico de la cuenca Amazónica, muchos de ellos dentro del marco de la OTCA (Tratado de Cooperación Amazónica). Existen también una multiplicidad de iniciativas sociales y ambientales, promovidas por gobiernos, la sociedad civil y la cooperación internacional que esta iniciativa pretende visibilizar, replicar y fortalecer.
¿Cómo?
El gran mosaico se conformaría por los ocho bloques mencionados. Cada país se concentraría en su propio bloque, en el marco de sus propias políticas y marcos legales, implementando la iniciativa a partir de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y otros acuerdos internacionales y compromisos adquiridos, como los que se derivan de la COP21. El trabajo de cada país en su propio territorio garantiza velar por la soberanía de estos países. Así, el conjunto de países se articularía a través de acuerdos de cooperación binacional como los que se han venido haciendo, enmarcados en los principios incluidos en los ejes principales de esta iniciativa. Llevar a cabo intercambios, encuentros y reuniones entre los diferentes bloques promueve la articulación entre los mismos, y pone en diálogo a organizaciones, gobiernos y sociedad civil.
Se ha de convocar un grupo de trabajo regional con la participación de diferentes actores de cada bloque. Los miembros de cada bloque contribuirán con su experiencia, los logros y los retos que presentan los diferentes contextos de la región, con el fin de analizar la viabilidad y definir acciones a ser ejecutadas en el marco de la iniciativa. Este grupo de trabajo requiere una estrategia dinámica y adaptativa, que pueda incorporar los cambios locales y reflejar los distintos ritmos de trabajo tanto como de diferentes culturas como de instituciones, respondiendo al cambio constante en estos territorios.
“El bosque mítico del Amazonas es mucho más de lo que la humanidad se ha atrevido a ver. Va más allá de un museo geográco de especies amenazadas guardadas en unidades de conservación, y representa mucho más que un depósito de carbono, referenciado como una masa inerte en los tratados internacionales sobre el clima” – A. Nobre 2014
BENEFICIOS GLOBALES
Ambientales:
• La conectividad de los ecosistemas permite la funcionalidad de los mismos y de la biodiversidad. Desde los años 70 se ha demostrado que áreas aisladas de selva pierden su funcionalidad y tiende a deteriorarse la diversidad biológica con graves consecuencias para los ecosistemas, su funcionamiento, su capacidad de regulación y por ende los servicios ambientales (Lovejoy en Tollefson 2013).
• Los ríos voladores conformados por las nubes transportan 20 billones de toneladas de agua diarias desde el Atlántico hasta la zona Andina (Nobre 2010). De Esta manera irrigan los Andes, la cuenca, Sur América, y otras zonas del planeta como las zonas agrícolas del oeste de EEUU.
• Los árboles son el fundamento de lo que hoy conocemos como la bomba biótica que succiona la humedad del océano hacia toda la Cuenca Amazónica y la región Andina. Sin esta bomba la Amazonía seria un desierto (Gorshkov y Makarieva 2014).
• Las nubes blancas que dependen de los árboles por la evapotranspiración generan el efecto albedo, por tener un albedo alto reflejan el calor solar y manteniendo la temperatura del planeta 1 o 2 grados menos caliente (Lovelock 1989 y 2006).
• La selva del Amazonas almacena 250 billones de toneladas de CO2 que de liberarse a la atmósfera haría imposible la lucha contra el cambio climático (Saatchi 2011).
• El bosque secuestra aproximadamente 100 millones de toneladas de CO2 al año que contribuye de manera significativa a estabilizar el clima y reducir los gases de invernadero (Meinhausen 2009).
• El dosel de la selva ayuda a estabilizar el clima al mantener el área bajo el dosel a una temperatura confortable de 27 grados. También crea una superficie protectora, la cual previene que la lluvia caiga directamente sobre el suelo y que haya erosión. Contribuye además con nutrientes mediante materia orgánica que cae sobre los suelos pobres de la Amazonía, que al descomponerse se reintegran al sistema.
• La conectividad disminuye la tasa de extinción posibilitando el tránsito de especies, la dispersión de las semillas, el flujo de genes y la colonización de sitios adecuados (Noss1992). Junto con esto, facilita las migraciones estacionales y diarias entre una variedad de hábitats, aporta a la preservación de la biodiversidad y los ecosistemas, y a la protección del recurso hídrico, al equilibrio del clima y a la recuperación del paisaje (Beier y Noss1998).
• Este mosaico asegura el flujo genético de las diferentes especies. Proteger la biodiversidad de la Amazonía garantiza la capacidad del Amazonas de absorber impactos y mantener su sistema de funcionamiento para que este se altere lo menos posible. La biodiversidad es aquello que mantiene aquello que los expertos han denominado como resiliencia.
En pocas palabras, si perdemos el Amazonas, perdemos la lucha contra el cambio climático
Socio–económicos:
• Este mosaico ecológico-‐cultural que se extiende más allá de las fronteras políticas, es una oportunidad para un manejo integral de la región como un centro de innovación, el cual busca nuevas posibilidades y soluciones para coexistir con la naturaleza, y tiene un alto potencial técnico, científico y económico. Tiene el potencial de convertirse en un centro para la investigación y experimentación de alto interés para donantes y financiadores internacionales.
• Roraima y el piedemonte Andino pueden ser centros de desarrollo sostenible, y Manaos (Brasil) puede establecerse como la capital de dicho laboratorio de innovación. Los centros urbanos pueden encaminar una transición hacia “ciudades verdes”, y los asentamientos rurales podrían explorar posibilidades tecnológicas y económicas para desarrollarse ambientalmente con la asistencia de programas sociales y económicos coherentes con los principios de esta iniciativa.
• Además de la conectividad de los ecosistemas, se promueve la conectividad científica, académica, institucional y social entre organizaciones rurales y urbanas.
• Las comunidades indígenas cuyos territorios componen la mitad del área comprendida por esta iniciativa, tendrían un rol clave en el diseño de la misma. Sería posible integrar conocimiento científico y empírico, basado en su conocimiento tradicional de la selva y su organización social, empoderándolos para que tengan participación legitima e influencia e su desarrollo.
• La investigación científica coordinada con el conocimiento de las comunidades indígenas, contribuirá a la creación de nuevos paradigmas de manejo ambiental, así como al desarrollo de nuevas alternativas económicas basadas en recursos alimenticios y medicinales.
• Un deterioro hipotético de los ecosistemas en esta región tendría efectos nocivos para la salud de los habitantes de los países involucrados y del planeta en general, dado que el incremento de partículas en el aire, el deterioro de la calidad del agua y la reducción de recursos de sostenimiento representaría billones en costos para el sistema global de la salud.
Políticos:
• Esta iniciativa sería una gran contribución para el mundo en un momento en el que la sociedad está exigiendo respuestas al cambio climático.
• Una potencial alianza de esta magnitud entre países de la cuenca fortalece su presencia en la arena de política internacional y los posiciona como referencia en la lucha global contra el cambio climático.
• El desarrollo de políticas comprensibles que aseguren la preservación y el desarrollo de las comunidades indígenas, mientras que los ecosistemas son preservados, fortalecería las instituciones y la legitimidad de los Estados involucrados, y abriría puertas para la creación de nuevas alianzas para la cooperación e inversión.
FONTE: GAIA AMAZONAS Noticias
OS MAPAS ESTÃO DISPONÍVEIS EM: GAIA AMAZONAS
VER MAIS EM: https://www.gaiaamazonas.org/noticias/100/ (DISPONÍVEL EM: SETEMBRO 2019)