A pesar de que la Amazonía se extiende a lo largo de 9 países, sus contribuciones sociales y ambientales son patrimonio de la humanidad entera: absorbe cada año más de 1 millón de toneladas de CO2 de la atmósfera y almacena el 20% del agua dulce del planeta.

El fuego es la herramienta más completa y de menor costo para la destrucción de miles de hectáreas de bosques para la presencia de vías, hidroeléctricas, minería, petróleo y deforestación. Según un análisis de la RAISG, basados en imágenes del satélite MODIS AQUA de la NASA,  del 1 de enero al 20 de agosto, en toda la Amazonía se han presentado 80.000 incendios forestales y se han perdido aproximadamente un 15% de sus bosques.

Los incendios forestales a gran escala contribuyen al calentamiento mundial ya que aumentan los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera, aportando al efecto invernadero y al cambio climático. En los planos regional y local, modifican el volumen de biomasa, alteran el ciclo hidrológico con consecuencias sobre sistemas marinos como los arrecifes de coral, e influyen en el comportamiento de las especies vegetales y animales.

Los incendios en la región amazónica se deben en su mayoría a las quemas provocadas para deforestar un terreno a fin de convertirlo en área de pastoreo o para limpiar áreas ya deforestadas, generalmente estas quemas se realizan en la temporada seca, es por esta razón que en agosto los registros se disparan.

Brasil es el país con mayor cantidad de incendios en su territorio con 54.000, esto debido a que el gobierno brasilero justifica la flexibilización de las políticas ambientales en la necesidad de mejorar la economía. La cifra es seguida por Bolivia con 11.763 y Perú con 5.078 incendios.

En Colombia, de los 1935 focos de Incendios, el 90,37% se dan fuera del Límite de la Amazonía Colombiana. Al interior de la Amazonía Colombiana hay 206 focos de calor y el departamento que presenta el mayor número de focos (101) es Meta, seguida por Vichada, Caquetá y Guaviare.

En cambio, en los departamentos de Amazonas, Guania y   Vaupes, que es donde se encuentran los mayores Resguardos Indígenas, hay solo 4 focos de calor, en 23’395.879 ha. El último informe IPBES de la ONU, detalla que los pueblos indígenas históricamente han manejado y preservado mejor la biodiversidad que los Gobiernos nacionales. Afirma que los pueblos indígenas gestionan aproximadamente el 37% de la tierra mundial no protegida, la cual continúa en un estado natural.

La conclusión de los hallazgos es clara: los pueblos indígenas y la conservación que ellos lideran, debe estar en el centro de cualquier nuevo tratado global en pro de la naturaleza. El conocimiento local e indígena es y será clave para la protección de la biodiversidad en el planeta y la salud de nuestros ecossistemas.

FONTE: GAIA AMAZONAS – https://www.gaiaamazonas.org/noticias/94/   

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