La Conferencia Episcopal Peruana junto al presidente Pedro Pablo Kuczynski, informaron esta mañana sobre la próxima visita del papa Francisco a nuestro país. La visita se dará entre el 18 y 21 de enero de 2018 e incluirá las ciudades de Lima, Trujillo y Puerto Maldonado.
Como se recuerda, el papa Fracisco no es ajeno a los problemas de países como Perú y lo demostró en marzo de este año, al pronunciarse sobre los desastres que ocasionó el Niño Costero.
“Quiero transmitir mi cercanía a la querida población de Perú, duramente afectada por devastadoras inundaciones. Rezo por las víctimas y por quienes se afanan en ofrecer socorro”, dijo el sumo pontífice ante la plaza de San Pedro, según la agencia EFE.
La visista de un papa a nuestro país se da después de casi treinta años. La última visista la realizó Juan Pablo II, el denominado “papa peregrino”, en 1988.
Cambio climático y contaminación
En junio del 2015, meses antes de que se firmara el Acuerdo de París sobre cambio climático, el papa Francisco emitió una histórica encíclica, un documento dirigido a todos los fieles católicos, además a los líderes políticos, sobre la visión de la iglesia respecto al cambio climático y el cuidado del ambiente.
En este llamado, el líder católico resaltó “el desafío urgente de proteger nuestra casa común” y esto “incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar”.
“Hago una invitación urgente a un nuevo diálogo sobre el modo como estamos construyendo el futuro del planeta. Necesitamos una conversación que nos una a todos, porque el desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, nos interesan y nos impactan a todos”, señala el documento.
[Revisa aquí la encíclica “Laudato Si”]
“El movimiento ecológico mundial ya ha recorrido un largo y rico camino, y ha generado numerosas agrupaciones ciudadanas que ayudaron a la concientización. Lamentablemente, muchos esfuerzos para buscar soluciones concretas a la crisis ambiental suelen ser frustrados no sólo por el rechazo de los poderosos, sino también por la falta de interés de los demás”, agrega la encíclica.
En este documento, el papa también se refiere a los residuos sólidos, el problema de la disposición del agua, la pérdida de la biodiversidad (especialmente la pérdida de bosques), la contaminación del aire y suelo, el cuidado del ecosistema, los océanos, entre otros temas.
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