Ante ello, organización propone ampliar y fortalecer las redes de reservas indígenas y áreas protegidas, además de los mecanismos de gobernanza.
Hasta 170 millones de hectáreas de bosques podrían desaparecer hacia el año 2030 a causa de la intensa deforestación que se da el mundo, revela un reciente estudio del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por su sigla en inglés).
De acuerdo al informe, titulado Saving forest at risk (Salvando los bosques en riesgo), más del 80 por ciento de la pérdida proyectada se concentrará en 11 puntos.
Para identificar dichos puntos, explica la publicación, se ha recurrido a literatura crucial sobre el tema y a entrevistas con docenas de expertos, lo que ha servido para delinear un mapa de daños.
Según se aprecia, la zona más afectada será la Amazonía, con pérdidas de bosques calculadas de entre 23 y 48 millones de hectáreas (ha) al 2030.
Le siguen la región del Gran Mekong en Asia (muy cerca de China), con un estimado de pérdidas de 15 a 30 millones de ha. Continúan en la lista la isla de Borneo (22 millones de ha), la región del Cerrado en Brasil (15 millones), la Cuenca del Congo y el este de África (ambos 12 millones).
Asimismo, el bosque del Atlántico/Gran Chaco (10 millones), Nueva Guinea (7 millones), el extremo este de Australia (3-6 millones), Sumatra (5 millones) y la zona del Chocó-Darién en el sector noroccidental de Sudamérica (3 millones).
Una de las cosas que más preocupa de esta realidad, advierte el estudio, es que estas áreas son el hábitat de especies únicas de flora y fauna y de comunidades y pueblos indígenas.
Causas
Dependiendo de cada zona, las causas de la deforestación varían. Según la publicación, para el caso de la Amazonía los principales móviles son la ganadería, la agricultura a gran y pequeña escala, la colonización, y los proyectos de infraestructura.
Les siguen los incendios forestales y la minería.
En el bosque Atlántico/Gran Chaco, en Sudamérica, el desarrollo agrícola y particularmente la producción de soja son la causa principal; mientras que en la isla de Borneo, al sudeste de Asia, las plantaciones de palma aceitera.
En África oriental, el origen del problema tiene que ver con la industria de carbón, los incendios forestales y la recolección de leña.
En Sumatra, sudeste de Asia, la deforestación es causada, al igual que en Borneo, por la palma. Asimismo, por la industria del caucho o de la madera para pulpa de papel.
De acuerdo al estudio, esta gran isla ubicada en Indonesia ha perdido más de la mitad de sus bosques naturales debido a la producción de papel y las plantaciones de palma aceitera, y el bosque restante se encuentra muy fragmentado.
Propuestas
En ese marco WWF reconoce una serie de medidas que se pueden impulsar para detener esta deforestación.
Propone así ampliar y fortalecer las redes de reservas indígenas y áreas protegidas, además de los mecanismos de gobernanza para garantizar que estas redes sean capaces de soportar las presiones intensas.
Asimismo, propone la presentación de los sectores público y privado con la evidencia más fuerte y valoración de los servicios ambientales de los bosques, y los riesgos para los negocios y la sociedad de agotar el capital natural, entre otras medidas.
De igual modo reconoce que la llamada deforestación degradación forestal neta cero (ZNDD) es posible sin repercusiones críticas en los alimentos, la energía y la biodiversidad, y que es necesaria para mantener los servicios ecosistémicos vitales.
WWF publicó Saving forest at risk como parte de su serie de investigaciones denominada Bosque Vivos de WWF. El citado estudio constituye su quinto capítulo.
Puede acceder al estudio completo de WWF (en inglés) haciendo clic en el siguiente enlace:
VER MAIS EM: http://servindi.org/actualidad/138844
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