La lógica del Banco Mundial de revisar sus políticas de salvaguardas ambientales y sociales tiene que ver más con su necesidad de volver a ser competitivo que con un autentico interés por fortalecerlos. Así lo sostuvo Gonzalo Roza, representante de la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables (FUNDEPS), durante su participación en el evento público “Impactos de la revisión de las salvaguardas del Banco Mundial en América Latina” que tuvo lugar el miércoles último en Lima. 

Según detalló el experto, en los últimos años el Banco Mundial y otras instituciones financieras, como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se han visto afectados en lo que respecta al financiamiento de proyectos de infraestructura debido al surgimiento de nuevos actores y procesos regionales.

Sostuvo así que hoy los gobiernos nacionales cuando se trata de grandes proyectos optan por estos nuevos actores debido a que mantienen estándares ambientales y sociales muy bajos en relación a lo que hasta hoy viene exigiendo el Banco Mundial y el mismo BID.

Entre estas iniciativas, señaló Roza, se encuentran el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), el CAF -hoy llamado Banco de Desarrollo de América Latina-, las inversiones chinas y Unasur, que recientemente ha heredado el proceso de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA).

Según Roza, es en ese marco de competencia en el se da la llamada revisión y actualización de las salvaguardas sociales y ambientales del Banco Mundial.

Lo que busca el banco en ese contexto, precisó, es reducir dichos estándares lo que representaría un hecho grave para los países de la región.

“De momento el Banco Mundial cuenta con los estándares de salvaguardas ambientales de los más altos a nivel internacional, por lo menos comparativamente en relación a otras instituciones; y en gran medida servía de ejemplo”, explicó el representante de la FUNDEPS.

Ante el escenario que se presenta, lo que va pasar es que se “va generar una menor posibilidad de incidir sobre los nuevos actores para que puedan incluir mejores estándares, salvaguardas ambientales, mecanismo de acceso de información, etcétera”.

“Si se produce un debilitamiento de los estándares del Banco Mundial, esto obviamente va generar un banco con menor capacidad para poder proteger el medio ambiente y asegurar los derechos humanos”, sostuvo.

“Entonces los chinos, el BNDES  se van a decir ¿para qué vamos a incrementar nuestros estándares si la tendencia es a debilitarlos?”, apuntó.

Ante este cuadro, el experto hizo un llamado a bregar por el fortalecimiento de los mencionados estándares a fin de generar un contexto para el desarrollo de los países de la región y la profundización del crecimiento económico teniendo siempre en cuenta la protección de los derechos humanos y el ambiente.

Como es sabido, el 4 de febrero se llevó a cabo en Lima una reunión de consulta convocada por el Banco Mundial. La cita tenía como fin presentar ante diversos actores el borrador de sus nuevas políticas ambientales y sociales.

El encuentro fue materia de cuestionamientos por parte de la sociedad civil por no considerar los aportes presentados por diversos sectores en el tiempo que se viene desarrollado el llamado proceso de revisión y actualización de dichas políticas en el mundo.

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