Cerca de cincuenta mil personas ocuparon las principales avenidas de Río de Janeiro este miércoles “en defensa de los bienes comunes y contra la mercantilización de la vida”, en el marco de las actividades programadas por la Cumbre de los Pueblos, evento paralelo a Río+20.

La Movilización Global, denominación con la que fue promovida, fue convocada para coincidir con el inicio de la reunión que sostienen más de un centenar de delegaciones de todo el mundo que tocarán temas como la lucha contra la pobreza y la denominada “economía verde”.

Concepto este último que ha sido duramente cuestionado por los países pobres que consideran que bajo aquel rótulo se esconde una serie de mecanismos que buscan darle continuidad al modelo económico actual, basado en la depredación de los recursos naturales.

La marcha estuvo integrada por distintos grupos tales como activistas sociales, defensores del medio ambiente, campesinos, mujeres, afredescendientes e indígenas. Del recorrido formaron parte más de  mil 600 indígenas de Brasil.

Los manifestantes denunciaron los graves problemas que enfrentan las poblaciones que deben abandonar sus territorios para dar paso a una serie de actividades como la minería, el monocultivo, la explotación petrolera y la construcción de fuentes generadoras de energía.

Cuestionaron asimismo lo poco que se ha avanzado desde 1992, fecha en que se dio también en Río de Janeiro la llamada Cumbre de la Tierra.

Denunciaron de este modo que los acuerdos de aquel encuentro han resultado una farsa, como el Convenio sobre la Diversidad Biológica, el Convenio de Naciones Unidas sobre Cambio Climático y el Convenio de Lucha contra la Desertificación.

La marcha se inició en el atrio de la iglesia de La Candelaria, en el centro de la ciudad y avanzó por la avenida Río Branco. La movilización convocó según organizadores y autoridades a cerca de 50 mil personas.

Mientras, a cuarenta kilómetros de distancia y fuertemente protegidos en el centro de convenciones Riocentro, de Rio de Janeiro, los mandatarios formaban parte del encuentro oficial que concluirá el viernes.

Por su parte el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon admitió en el primer día de encuentro que esperaba un documento más ambicioso que el que fue acordado por los delegados de 193 países en Río de Janeiro antes del inicio de la cita.

FONTE : http://servindi.org/actualidad/66975